miércoles, 9 de octubre de 2019

TRADICIONES Y CORRIENTES EN GEOGRAFÍA



TRADICIONES Y CORRIENTES EN GEOGRAFÍA



1. Tradición regional: 
Surge en la edad antigua, con los primeros intentos de indagación geográfica, a partir del momento en que la curiosidad del ser humano lo llevó a recorrer regiones distintas y lejanas a su sitio de residencia. Implica la descripción y narración de las peculiaridades de otras áreas y su delimitación espacial, dando nacimiento a las regiones geográficas. Se asocia a viajeros y exploradores, y tiene su fundamento en el trabajo de campo. Es empírica, requiere de la observación directa, y se basa en el método inductivo. Inicialmente tuvo un carácter corográfico y descriptivo. Privilegia el enfoque idiográfico, que resalta el carácter único y excepcional de cada región. La elaboración de monografías regionales constituyó su fundamento esencial. Dentro de esta tradición podemos reconocer tres corrientes:

1.1. Diferenciación regional: 
Se considera la corriente ortodoxa de la geografía (Hartshorne, 1939: 130), y postula que el papel del geógrafo es la delimitación espacial que resalte las similitudes, diferencias y vínculos intra e interregionales. La cartografía, que permite diferenciar las regiones determinadas por el geógrafo, es su base esencial. No se limita a la descripción de las diferencias regionales, sino a la explicación que las sustenta mediante el análisis de las combinaciones de los elementos geográficos que las definen. El estudio de casos es su método primordial para la elaboración de monografías regionales. Estudia lo particular, y sólo en caso de que en numerosos estudios surjan patrones comunes, se arriesga a proponer principios generales. Concibe a la geografía de manera integral, que primero analiza los elementos físiconaturales y humanos para llegar a una síntesis final.

1.2. Paisajismo: 
Constituye una variante de la anterior, que se particulariza porque asume que la geografía es el estudio de la sucesión de los paisajes terrestres, de cómo éstos evolucionan en el tiempo histórico y se producen modificaciones en el escenario geográfico. Su consideración de la dimensión temporal es importante. Los paisajes geográficos son las formas como se perciben visualmente las regiones geográficas y que evidencian cómo los paisajes naturales (creados sin la intervención humana) se transforman a través del tiempo en paisajes culturales (aquellos que son producto de la acción del ser humano).

1.3. Ordenación territorial: 
Es una consideración de la geografía como una ciencia aplicada y como una técnica administrativa, que procura -conjuntamente con otras disciplinas- la ocupación racional del territorio, mediante la aplicación de normativas (planes de ordenación y reglamentos de uso) que permitan o prohíban unos determinados usos de la tierra, buscando “un desarrollo socioeconómico y equilibrado de las regiones, la mejora de la calidad de vida, la gestión responsable de los recursos naturales, la protección del medio ambiente, y por último, la utilización racional del territorio”.

2. Tradición ambiental: 
Define a la geografía como una ciencia que estudia las relaciones entre el ser humano y su ambiente, denominada por alguna tradición hombre-tierra. Se desarrolla en el siglo XIX cuando, dado el predominio de los ambientes naturales, aún poco intervenidos por la acción de los seres humanos, se solía apreciar una dependencia ambiental de estos últimos. Ha compartido con la tradición regional el favoritismo de la mayoría de los geógrafos de los siglos XIX y principio del XX. Se pueden reconocer tres corrientes bien definidas:

2.1. Determinismo ambiental: 
Asociada a los criterios mecanicista, en física, y evolucionista, en biología, considera que la acción y obras del ser humano están inevitablemente determinados por factores ambientales (relieve, clima, suelos, hidrografía, fauna y flora, etc.). Acepta una relación de causa a efecto, según la cual, conocido el tipo de ambiente geográfico se pueden inferir las características de los grupos sociales. La conducta, la organización social, los procesos sociales y hasta el destino histórico se consideran dependientes del ambiente físico-natural (Pitirim A. Sorokin en 1928, citado en Berry et al., 1976: 5). Su principal exponente fue Friedrich Ratzel en Alemania, donde tuvo muchos seguidores, al igual que en el mundo anglosajón. La idea básica de esta corriente la expresó en 1906 William Morris Davis, quien afirmó: “Cualquier expresión tiene calidad geográfica si contiene...alguna relación entre un elemento de control inorgánico y uno de respuesta orgánica” (citado en Berry et al., 1976; 5). Se concibe a la sociedad como un organismo que sobrevive ajustándose al medio ambiente, por lo que su evolución está determinada ambientalmente de antemano. La geografía se considera como una ciencia causalista, sujeta a rígidas leyes de causa a efecto, lo cual genera una conducta de estímulorespuesta en el ser humano.

2.2. Posibilismo: 
Surge en Francia a principios del siglo XX, y se convertiría en el estandarte de la llamada escuela regional francesa, fundada por Paul Vidal de La Blache. Emerge como una reacción a la inflexibilidad de las tesis deterministas, y considera que -siendo la geografía una ciencia ambiental- la relación entre el ser humano y su medio ambiente obedece a una interrelación recíproca, que procura un equilibrio que dependerá del grado de hostilidad ambiental y del desarrollo tecnológico, material y cultural de la sociedad. La naturaleza y el grupo social se amoldan a través del tiempo, en una amalgama compleja (Wrigley, 1965: 8), que conforma una región única, con personalidad propia, y que genera en sus habitantes un género de vida44 particular. En ocasiones se impone más el ambiente; en otras, la acción humana. En resumen es una relación que ofrece una variedad de posibilidades, que además son cambiantes a través del tiempo. El equilibrio hombre-tierra da lugar a la posibilidad de delimitar regiones geográficas características, que apoyan la idea de que la geografía por su carácter ambiental es definitivamente una ciencia de síntesis regional. Por ello se asocia y es la base de la tradición regional, rescatada por la escuela francesa a principios del siglo XX.

2.3. Ecologismo: 
Es una respuesta a la polémica determinismoposibilismo que ocupó a los geógrafos hasta mediados del siglo XX, y que resultaría a la postre bastante estéril y poco fructífera. Ve a la geografía como una ciencia ecológica, que adopta el concepto de ecosistema introducido por A. Transley en 1935 (Stoddart, 1967: 522), el cual habría de convertirse en el paradigma geográfico de inspiración biológica de mayor relevancia en la disciplina (Stoddart, 1967: 511-512). Con esta corriente, los geógrafos incorporan el uso de la teoría general de sistemas formulada por Ludwig von Bertalanffy en los años 1950, sobretodo con la introducción del concepto de ecosistemas humanos, categoría referida a la interconexión recíproca de los sistemas sociales y los ecosistemas (plantas, animales y ambientes inanimados) (cf. Siso, 1977). Tal vez se podría referir como antecedente a esta postura, el surgimiento en la Universidad de Chicago de una escuela ambiental liderada por el geógrafo H. H. Barrows a principios del siglo XX, de acuerdo con la cual, la geografía pasó a ser concebida como el estudio de la ecología humana o de la morfología social (Dickinson, 1964: XV).

3. Tradición espacial: 
En parte como una reacción a la filosofía historicista, que fundamentó a la tradición regional, y en parte por la incorporación de técnicas estadísticas y matemáticas en geografía (revolución cuantitativa), emerge la óptica de la geografía como una ciencia espacial.

3.1. Análisis localizacional: 
Privilegia como centro del análisis geográfico el estudio de la localización. Se incorporan métodos y técnicas de otras disciplinas, lo cual permite un fructífero intercambio multidisciplinario. Se adopta el método deductivo, se introduce el uso de hipótesis y se considera a la geografía como una ciencia que procura la elaboración de leyes y la formulación de teorías espaciales. Se idealiza un espacio geográfico, donde se pueden cuantificar distancias, flujos e interacciones, y elaborar modelos geográfico-espaciales de gran poder explicativo. El enfoque de estudio es nomotético, de acuerdo al cual existe un patrón subyacente en la organización espacial de los hechos geográficos y la tendencia es hacia la búsqueda de similitudes y verdades universales. La geografía pasa a ser una ciencia que busca el desarrollo racional de leyes y teorías que procuran explicar y predecir la localización y distribución espacial de todos los fenómenos que ocurren sobre la superficie terrestre, sean éstos de carácter natural (relieve, clima, suelos, plantas, animales) o cultural (asentamientos humanos, cultivos, industrias, vías de comunicación, medios de transporte). Se tiende hacia la unicidad de la ciencia, y a la desaparición de la división tradicional entre una geografía física y otra humana.

3.2. Organización espacial: 
Se trata de una derivación utilitaria y aplicada de la anterior, que pretende la utilización de los métodos y técnicas localizacionales para la formulación y ejecución de planes que permitan un uso óptimo de los espacios geográficos. Se plantea la participación en grupos de trabajos multidisciplinarios, en los cuales el aporte del geógrafo es el análisis espacial de los fenómenos ambientales, sociales o económicos estudiados por otros profesionales. Se trata indudablemente de una faceta de la disciplina que busca superar los aportes más bien locales de la geografía regional aplicada.

4. Tradición humanista: 
En parte como crítica a la corriente localizacional, a su interés de reducir todo esquemáticamente a modelos de un mundo idealizado y a teorías con fundamento matemático, surge esta tradición45 (Siso, 1981: 46). Se le denomina así dado su carácter antropocéntrico, ya que considera que la geografía estudia el comportamiento, ambiental y espacial, del ser humano. Toma en cuenta los ambientes de subjetividad los seres humanos, y la forma antropocéntrica de organizar su espacio geográfico46. Se fundamenta en los conceptos psicológicos de percepción ambiental y espacial, ya  que considera que las preferencias y actitudes humanas son producto de una carga de valores (culturales, sociales, económicos, políticos, religiosos) que genera ideas preconcebidas y prejuicios que varían según la edad, el grado de instrucción y los gustos individuales y grupales. Igualmente se basa en el método hermenéutico de las ciencias humanas y en la filosofía fenomenológica. Se distinguen cuatro corrientes, de las cuales las últimas dos son aún emergentes y están en proceso de difusión:

4.1. Comportamentalismo: 
Denominada también corriente behavioralista o conductual, considera posible una geografía analítica, sin teorías, concentrada en el comportamiento humano (Sanguin, 1980: 13). Sus fundamentos se sustentan en una filosofía existencialista, la fenomenología, que considera que el ser humano actúa sobre la base subjetiva de lo que él percibe que es (de acuerdo con sus valores) y no de acuerdo con el sentido positivista, objetivo, de lo qué es (en un sentido empírico) o lo que debe ser (en un sentido normativo). La fenomenología es una filosofía existencial que admite como válidos, para ganar conocimiento geográfico, a los intentos introspectivos e intuitivos (Haggett, 2001; 772), y se basa en una concepción subjetiva de la ciencia, en contraposición con la objetividad omnipresente en los enfoques positivistas. La base cultural de las sociedades y los individuos que la conforman se  traduce en imágenes mentales formadas a partir del mundo real, las cuales son afectadas por un complejo sistema de filtros sensoriales y un cúmulo de factores culturales, sociales, económicos y psicológicos, que dejan en la memoria humana una imagen residual, a partir de la cual y mediante un código específico de comunicaciones, se elabora un modelo simplificado de la realidad (Wettstein et al., Comp., 1965: 6, Fig. 3). De esa manera un elemento ambiental es el mismo significante con diferente significado (p.e. el ganado vacuno en la India y en Argentina). Igualmente los conceptos espaciales (distancia, lejanía, cercanía, forma, tamaño) dependen de la base cultural de cada grupo social. En materia de cartografía trabajan con mapas mentales, en los cuales la distancia puede medirse en tiempo cronológico (horas, minutos y segundos) o en costos económicos (valor monetario de cubrir la distancia), en lugar de dimensión física (kilómetros). Igualmente, estos mapas no recogen detalladamente todos los espacios y lugares, sino aquellos conocidos o recorridos cotidianamente por los individuos.

4.2. Radicalismo: Propone que la Geografía se considere como una ciencia crítica y subjetiva, que debe cumplir un papel de compromiso social y contribuir con una mayor justicia y equidad social en el espacio (Siso, 1982: 5). En lugar de estudiar detalladamente las características sintéticas de una región o formular leyes y teorías de gran envergadura, con clasificaciones taxonómicas, axiomas e hipótesis, proponen que se estudien y busquen soluciones a problemas acuciantes como la pobreza crítica y la marginalidad, el escaso bienestar social en amplios grupos sociales, la exclusión territorial, la especulación en los usos y valores de la tierra, la falta de participación de los grupos sociales marginados en las políticas del sector público, etc. Pretende que la geografía sea una ciencia cualitativa y subjetiva, que enfrente la “ideología prevaleciente de los grupos e instituciones gobernantes de la sociedad” (Marsden, 1976: 68), en lugar de darle tanta preeminencia a lo cuantitativo y objetivo, lo cual pretende que el geógrafo sea un científico neutro y apolítico. Esta corriente ha agrupado estudiosos que buscan aplicar, a veces dogmáticamente, la ideología marxista a los fenómenos geográfico-espaciales, cuyos trabajos se difunden en revistas alternativas (Antipode, en Norteamérica, Hérodote, en Francia, Roter Globus en Alemania y Geo Crítica en España), las cuales buscan antagonizar con las publicaciones periódicas y oficiales, de las instituciones geográficas tradicionales (Soler y Mattson, 1979: 11).

4.3. Estructuralismo: 
Tomando principios derivados de la lingüística, algunos autores francófonos consideran a la geografía como un lenguaje, como una semiología de la organización del espacio (Rémi y Nicolas, 1991: 537). El alfabeto de los geógrafos está constituido por los coremas –término incorporado por el geógrafo francés Roger Brunet a principios de los años 1980–, los cuales corresponden a estructuras elementales del espacio que se representan a través de un modelo gráfico, y permiten representar los diferentes procesos principales transformadores del espacio, haciendo emerger los nodos, los fenómenos de difusión, los polos de atracción o de repulsión, las redes, las jerarquías, las disimetrías, la isotropía, etc48. La cartografía es la herramienta fundamental de expresión geográfica y en los mapas y planos el geógrafo reproduce signos pictóricos y geométricos (coremas) que representan hechos geográficos (líneas para ríos carreteras y fronteras; círculos para centros poblados; áreas para regiones; flechas para flujos; curvas para isolíneas y gradientes, etc.). Esto además se apoya en una convención de colores y tramas para cada elemento geográfico.

4.4. Postmodernismo: 
Surge como un rechazo a la corriente comportamentalista y al positivismo lógico, asociada a una doctrina que confronta la existencia misma de una realidad objetiva común entre los agentes humanos y que sostiene la creencia de que el mundo tangible es complejo, enigmático e imposible de modelar (Fik, 2000: 13). Rechazan con escepticismo todas las teorías previas y todas las tendencias, considerándolas contingentes y parciales (Haggett, 2000: 772), al igual que al conocimiento científico, al cual consideran pura ficción, como una mera construcción social que no difiere de otras formas de conocimiento como los cuentos de hadas y canciones de cuna (Demeritt, 1996). Propulsan el pluralismo, incluyendo perspectivas postestructuralistas y postcolonialistas, y el desarrollo de una geografía feminista (Ley, tomado de Johnston et al., 2000). Esta última explora las relaciones de género y la opresión de la mujer en la sociedad (Pratt; tomado de Johnston et al., 2000) y cataloga a la disciplina como machista, excluyente y discriminatoria.

El siguiente cuadro resume las especificidades de las tradiciones en materia de objetivos, contenidos y método:

BIBLIOGRAFÍA
Siso Quintero, Gerardo J.., ¿Qué es la Geografía?. Terra. Nueva Etapa [en linea]. 2010, XXVI(39), 147-182[fecha de Consulta 9 de Octubre de 2019]. ISSN: 1012-7089. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=72115411008




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